VIAJAR, VIVIRLO Y CONTARLO: la Habana - Cuba
- Carlos Andres Insignares
- 16 feb 2016
- 5 Min. de lectura
Gracias a mi trabajo en una agencia de seguros, tengo la posibilidad de viajar anualmente a varias convenciones de las empresas aseguradoras con las cuales trabajamos, llegando a visitar alrededor de 40 países diferentes. Dentro de mis destinos preferidos, entre los Top 5, debo decir que se encuentra La Habana, Cuba.

Lo primero que se le viene a la cabeza a cualquier persona cuando se menciona a Cuba es la pobreza, comunismo, atraso, descuido, algo feo y desagradable que solo se salva por sus sectores turísticos. Pero recuerdo a un profesor de filosofía del colegio que decía que para uno opinar de algo debía tener vivencias, ir, haber visitado, conocer.
Mi familia es muy caribeña en cuanto al ambiente, el calor, la música, los sabores y por eso siempre me había llamado la atención el visitar Cuba. En Octubre del año pasado tuve la oportunidad de viajar en familia a La Habana para celebrar el cumpleaños de mi padre. Nos encontramos con un lugar mágico, lleno de magia y de Caribe, muy diferente al que esperábamos encontrar. Llegamos en vuelo vía Panamá haciendo una conexión rápida en el aeropuerto de Panamá para tomar el vuelo a La Habana y llegando al aeropuerto, a punto de aterrizar, se ve por la ventanilla un paisaje árido con pequeñas casas tipo choza. Al aterrizar se llega a un aeropuerto que parece sacado de una película de los años 60, con una torre de control bastante viejita y sin la infraestructura moderna que caracteriza los aeropuertos de hoy en día en muchas partes del mundo.
Una vez se sale del túnel de acceso se encuentra un aeropuerto remodelado y es más agradable. La gente de Migración es muy amable, tratan muy bien al turista y una vez se pasa el área de Migración están los policías con los perros antinarcóticos uniformados con un pequeño chaleco que es apenas apropiado para la pequeña pero fuerte raza de los perros Beagle.

Al pasar las puertas de salida del aeropuerto Jose Martín se respira toda la magia del Caribe que caracteriza la isla: una brisa cálida, un clima caluroso, un poco húmedo como la de la Florida, se ven las palmeras en el boulevard, encuentras un bar pequeño en las afueras del aeropuerto donde puedes comprar una botella de ron Legendario que puede costar la mitad del salario mínimo de un cubano, US$5.00. La botella a la mochila y nos montamos al taxi, un carro convertible modelo antiguo (años 50 o 60), en excelente estado así como las vías de la ciudad, la cual está en perfecto estado para ser un país tan golpeado económicamente.
EN el taxi nos pegaba el sol con unos 30°C y comenzamos a degustar el delicioso ron cubano desde que salimos del aeropuerto. Apreciamos unos amplios bulevares, sin huecos, envidiables para cualquier ciudad, las calles limpias, buena señalización. Pasamos por la Plaza de la Revolución hasta llegar al Hotel Nacional de Cuba, el hotel Insignia de la isla, inaugurado en 1936 con un estilo colonial y bellos jardines. Este hotel sale en importantes películas como “El Padrino II”.

La atención en el hotel y en toda la isla es buenísima. La gente es muy positiva y muy feliz, con la esperanza de que todo va a cambiar. Nos recibieron en el jardín del hotel con conjuntos de son cubano y un mohito con la imponente vista del malecón y de la embajada americana a escasos 100 metros aproximadamente. Subimos a la habitación para dejar las cosas y salir inmediatamente. La Habana es una ciudad que te invita a pasarlo chévere desde que amanece hasta que se acaba el día.
En la noche recorrimos La Habana en otro taxi convertible antiguo tomando ron y oyendo música de Buena Vista Social Club a todo volumen. La ciudad de noche es sencillamente espectacular. Recorrer la avenida del malecón con sus 8 carriles en total y luminarias led de última tecnología ayudan a acentuar la magia del Caribe en la isla. La sensación en la Habana es parecida a la de recorrer Cartagena en la Ciudad Amurallada. AL llegar al Casco Viejo nos bajamos del taxi porque es casi un 70% peatonal lo que la hace aún más mágica al caminar en la noche al calor del ron y de la música cubana tocada en vivo por músicos profesionales estudiados y con maestría en música, son muy cultos y tocan muy armónicamente.
En el Casco Viejo se hace un recorrido a pie recorriendo los bares sin dejar pasar La Bodeguita del Medio, famoso por ser sitio de reunión de mucha gente famosa que se reunía para finalizar el día y Floridita famoso por Ernest Hemingway donde inventó el Daiquiri. El tour consiste en ir de bar en bar y tomar un trago en cada uno de ellos, escuchar la música y bailar para pasar al siguiente bar. Recomendado el Café París, es súper agradable, ubicado en una esquina bajo un frondoso árbol que hace que la noche susurre junto a la música que inunda el lugar.
Existe una ley que hace que los bares del Casco Viejo cierren a las 12:30 am por lo que la rumba se traslada a otros lados de la ciudad. Las discotecas son pequeñas, no se encuentran sitios muy grandes donde se escucha ya otro tipo de música más internacional.
No se puede dejar de visitar el Tropicana, escenario de grandes artistas de la vieja Cuba. Hay que pasera en á carros clásicos y en carruje tirado por caballos. Entre los sitios que se deben visitar está la Marina de Hemingway, donde se encuentran ancladas grandes lanchas y yates que le dan una impresión espectacular. Si quiere pasear por los diferentes barrios se encuentran casas grandes que dan la sensación de estar en Coconut Grove en Miami.
Los sitios antiguos de la ciudad están muy influenciados por la arquitectura europea, destacándose el Capitolio de La Habano el cual tiene su gemelo en el Capitolio de Washington. El Hotel Inglaterra es otro edificio impresionante por su belleza arquitectónica.
La seguridad en la isla ha mejorado y la ley cae con todo su peso sobre las personas que infringen la ley por lo cual se puede caminar con tranquilidad por las calles donde se ve la presencia de la fuerza pública cuidando a los turistas.

La Habana es una ciudad fuerte en cultura, servicio, música, clima y calor humano. Todos los cubanos han estudiado una carrera y han hecho algún postgrado lo que les da un nivel cultural bastante alto haciendo la conversación con los lugareños algo enriquecedor e interesante.
Hoy se tienen muchas expectativas con el levantamiento del embargo y el reinicio de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. Hay que esperar que no se pierda lo bueno de la isla como la educación y la salud,
El vuelo de regreso a Panamá sale a las 3 pm y se demora un poco la conexión a Barranquilla.
RECOMENDACIONES:
Lleve efectivo en Euros, el Dólar se castiga con el tipo de cambio haciéndole perder dinero. No hay buena tecnología ni comunicaciones por lo que no hay muchos datafonos en los establecimientos.
No espere la mejor comida, la gastronomía de la isla no es la mejor. Evite pedir carne a excepción del clásico Ropa Vieja.
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